Os cuento mi experiencia con este asunto.
Rondando los 10.000km se encendió el testigo de nivel bajo de refrigerante por primera vez. Llamé inmediatamente al taller (además de estar en garantía tenemos 5 años de mantenimiento, así que preferí no actuar por mi cuenta) y me dijeron que era normal que bajase un poco el nivel desde la adquisición del coche y que lo rellenase con agua. Rellené aproximadamente 300cc para dejarlo a nivel.
Con 19.000km se ha vuelto a encender el testigo. He vuelto a rellenar otros 300cc y he pedido cita en el taller. Tras una semana que me han dejado sin coche me lo han devuelto reparado. Según me dicen, han detectado una fuga en la válvula EGR, lo que ha obligado a reemplazarla, tarea que lleva mucha mano de obra y que justifica el tiempo que han tardado en reparar el coche. También me han dicho que habían notado que una junta (de no sé dónde) "rezumaba un poco", y que la han reemplazado, porque aunque creían que por ahí no se había perdido prácticamente nada de líquido, no tendría por qué rezumar nada. La comunicación con el recepcionista no ha sido muy fluida, saltó de las explicaciones para dummies que me dio al principio a un vocabulario hipertécnico que yo no sabía descifrar en cuanto le he pedido más detalles, y al final no me ha aclarado mucho el asunto.
Me quedo un poco disgustado. Viendo la cantidad de gente a la que le baja indebidamente el nivel de refrigerante en un coche nuevo y la diversidad de respuestas recibidas en los talleres, así como la entidad de la reparación que ha requerido mi coche (habría sido muy cara si la hubiese tenido que pagar), me quedo un poco mosca.